Reflex by steven gould pdf




















Someone has figured out how to abduct, imprison, and brainwash a teleporter, and that teleporter, as Jumper readers might expect, is Davy. Davy's wife has learned to jump i. She is searching for him, of course, but isn't sure whom she can trust, either inside or outside the agency. In fact, she isn't even really sure where to start looking for him. Gould's style is rather pedestrian, though no more so than one would allow from a second-book author.

Despite stylistic lapses, this is a near-future thriller with quite-respectable page-turning impetus. You don't need to have read Jumper to enjoy the new novel, but [it's] highly recommended. The first half of JUMPER has a charm and bounce that carry the reader past the implausibility's inherent in the premise-imagine a Holden Caulfield with the power of life or death over the jerks and phonies.

An exceptionally well-organized debut, with thoughtful ideas, a controlled plot, and characters -- particularly the young protagonist -- portrayed with insight and compassion. Short fiction has earned this author a reputation in "hard" science fiction, and he applies similar logic to teleportation.

His warm, delightful, and compulsively readable displays assured storytelling skill. For all that time Davy has worked for the NSA. Davy has always believed that it would be impossible to hold him prisoner given his ability to teleport, however he is about to find out how horribly wrong he is when a totally ruthless, wealthy and influential group of people drug and kidnap him to find out his secrets.

Stranded in their cliff-top home, Davy's wife, Millie makes the startling discovery that she too can teleport - that it is something that can be learned by the brain if you do it often enough.

Millie is determined to get her husband back despite the seeming lack of clues, and much of this novel revolves around tracking down Davy and Davy doing his best to give as little information as possible to his captors, while seeming to co-operate. Like all Steven Gould's work this novel is well plotted with a commonsense approach to problems. However, this novel has not fallen into the trap of some of his previous books by being over descriptive of technical details.

Instead we have a very action based story that easily carries you to its end. It's a great, and suspenseful, and at times cringe-worthy, follow up to JUMPER, and given its ending can easily support another novel in this series. However, be warned, if you really dislike torture scenes avoid this book. Excellent sequel to Jumper By owookiee Jumper was recommended to me years ago, though I'd at that time never heard of it or Gould. I was stoked to find out a sequel was written. Gould did even better, I feel, in Reflex.

The story unfolds at just the right pace, always keeping you reading, and the developments and twists are well thought out. The ending is very satisfactory, yet open enough that he could produce a third book in the series.

Reflex is probably one of the best novels I've read this year. Read Jumper and then Reflex. Try Jumper, about Davy the inadvertent teleport, and its sequel, Reflex, defying all known laws of sequels by being just as good. Gould credits sf legend Alfred Bester's The Stars My Destination for inspiration, but I've read Bester, too, and Gould has spent a lot more time sitting around thinking about what life would be like if you could teleport yourself from one place to another in the blink of an eye.

It isn't all roses. Millie, estaba tensa, ansiosa, y concentrada, fue tomada completamente por sorpresa. Ella fue hasta el abrigo. Me lo pongo demasiado, incluso cuando hace calor, porque estoy segura de que se va a disolver pronto. Eso fue hace dos meses. Es posible, supongo. Sojee es lo que siempre ha sido, en realidad. Ambas mujeres permanecieron en silencio durante un momento. Probablemente alguien vio algo. Alojarse en un solo lugar, en el interior, le sacaba de quicio. Salir de la sala de operaciones era de por si suficientemente malo aun cuando no estabas encadenado a la pared.

Sospechaba que esta costumbre estaba empezando a molestar a sus secuestradores. Bueno, alguien tiene sentido del humor. Y no era Brian. Tal vez era el momento de comprobar la fuga. No se encontraba muy bien. Davy los miraba, furioso. Las cadenas sonaron de nuevo. Dos matones. El tercero era la camarera morena de Interrobang. Muy sabio. Estaba muerto. Si dispara, tal vez pueda saltar al otro lado. En cambio, Matones Uno y Dos y la mujer estaban de espaldas a la puerta.

Las cadenas le detuvieron cuando estaba a dos metros de ellos. La mujer dijo: -Coge el cubo. Este es el nivel operativo. Trataba de no respirar por la nariz.

Matones Uno y Dos salieron por la puerta, con entusiasmo. En la camisa de manga corta, el velcro iba desde las costuras laterales de la cintura hasta las axilas de las mangas. Millie le dio algo de cambio. Sobre las cinco. Salvo en esa ventana. Hoy, la espalda le picaba.

Era de media altura con el pelo rubio muy corto rodeando una gran calva, como el corte de pelo de un monje, y vistiendo una cazadora de color azul oscuro y pantalones. Sus hijos. Su abuela. Estaba temblando, y se dio cuenta de ello, asustada, pero eso no la hizo querer salir corriendo. O cabecilla. Luchar o huir. La enfilamos en el hotel. Ella le dio la espalda, respirando profundamente. Inmediatamente al otro lado de la barandilla, uno de los comensales, una mujer, la estaba mirando con la boca abierta, un vaso de agua a medio camino de su boca, pero congelado.

Parece que hayas visto un fantasma. Sus ojos se abrieron ligeramente y se dio la vuelta lejos de ella, casualmente. Se detuvo al final de la tienda, justo antes de girar a la derecha hacia la escalera. Lo dijo en voz alta.

A los pies de las cortinas blancas y brillantes por la luz, una alfombra oriental estaba bajo la piel del lobo. No era una quietud artificial, sino una postura calmada. Ella estaba serena. Todo lo que estaba haciendo, era enfrentarlo con calma, con aplomo. Yo puedo hacer eso. Comparte conmigo algo de tu serenidad, por favor.

Ese es este tipo de lugar. Cuando miraba hacia afuera del cuadro hacia Millie, era como si estuvieran compartiendo algo. Retrato de una dama tan solo media tres metros y medio de alto. Y sobreviviste. Se detuvo, parpadeando. Ellos no eran muy convincentes. En el instante en que vieron a Millie, los dos se desplegaron, y cada uno se puso a estudiar otro Rembrandt.

Ay, eso es demasiado cercano a casa. Era Daniel en el foso de los leones y, mientras los ojos de Daniel estaban mirando hacia el cielo, varios de los grandes leones miraban hacia fuera, hacia Millie con sorprendente intensidad.

Se detuvo de nuevo. De acuerdo, otra aliada. Era Anders, el agente de la NSA. Esto es lo que hacemos. Ese es el billete. Estaba lloviendo de nuevo, con un viento desagradable que traspasaba su ropa. Con esta lluvia, los taxis se buscaban desesperadamente. Llevaba gafas oscuras, a pesar de la lluvia gris. Anders dijo con cuidado. Ella no sabe lo que Davy hizo por nosotros. Hizo clic sobre un control y una ventana de video se puso en marcha en la parte derecha del monitor.

Hizo un gesto hacia la pantalla. Su nombre, su nombre completo, es Hyacinth Pope. No se puede olvidar un nombre como ese. Pero este asunto puede ser dividido por partes. Bueno, eso nos dice algo. Eso es raro. Generalmente, sin embargo, tienden a trabajar mediante sobornos y chantajes.

BA, quiero decir. Anders dijo, -En primer lugar, pruebas. Becca y Anders asintieron. Millie estaba tratando de no examinar cada cara a su paso. La piel de Millie picaba. Bajando por Pennsylvania-. Porfiro viene, sin embargo. Va a hacer el trabajo. Era la voz de Anders. Era el Monje. Dos hombres llegaron corriendo desde la puerta abierta de una bodega y hubo un chirrido de frenos en la calle. Los dos hombres de la tienda llegaron primero, caminando deprisa, con los brazos alzados por los lados, las palmas hacia adelante.

Al igual que alguien dirigiendo unas ovejas. Spray de pimienta, se dio cuenta Millie. Los rostros de los dos hombres estaban manchados de un color rojo anaranjado. Millie dio un paso adelante. Se centraron en sus atacantes, en lugar de las dos mujeres. De acuerdo-. Una gran nube de vapor fue saliendo de la parte delantera. Muy bien-. Tres agentes la siguieron.

Sojee estaba mirando a su alrededor, sus labios en un beso sonoro, su mejilla temblando. Davy estaba muerto de hambre para el almuerzo. Oh, genial. Lo ignoraron. Puso largas tiras de ella en el suelo, formando un cuadrado de cuatro pies de ancho. Cuando los hombres lo hicieron, obtuvieron un cuadrado amarillo con las esquinas truncadas a ocho pies fuera del cuadrado verde. Ya podemos irnos-. Los dos hombres fueron a la puerta.

Asesina es acertado, pero apenas Creo que voy a llamarte Miss Minchin2. Entra en el cuadrado verde. Caja es la palabra correcta. Miss Minchin era el nombre correcto. Vamos a salir de la zona durante unos pocos minutos. Davy miraba el balanceo de su culo de un lado a otro. Piernas bonitas. No hay sorpresa. Dos segundos, se dijo.

Dos segundos es mucho tiempo. Se puso de pie lentamente. Esto no va nada bien. No pueden probarme si no estoy fuera del cuadrado cuando se encienda. No vuelvas a mostrarles lo que puedes hacer hasta que puedas usarlo para quedar libre. Eran demasiado cortas para llegar a la cama, demasiado cortas, incluso, para que se pudiera acostar. Ella lo miraba de cerca, con la cabeza inclinada hacia un lado.

Davy no dijo nada. Incluso la idea de acercarse fue suficiente para hacerle vomitar. El dispositivo estaba de nuevo apagado. La voz computarizada estuvo en silencio. Los insignificantes castigos son tan desagradables como los grandes cuando se van y vienen. Si era lo suficientemente bueno para los griegos Al menos se mantuvo honesto.

En unos pocos, el peso de la cadena era de ayuda, como al levantar las piernas. Cerca del final de su entrenamiento, volvieron a activar el dispositivo y tuvo que moverse bruscamente, tres pasos a la derecha. No pueden probarme si yo no lo siento. No hubo activaciones del dispositivo durante la cena.

Es por eso que le cogieron en primer lugar. Estaba apagado. Estaban trabajando en una forma de controlarlo sin cadenas. El otro extremo del cable se conectaba a la parte posterior del ordenador. Tal vez el personal no importaba mucho. Estamos listos. El hombre enmascarado dijo: -Negociando Me gusta un hombre con cadenas-. Davy dijo: -Correcto. No es el dispositivo el que me da nauseas.

Era un pensamiento. Estaba mirando el monitor del ordenador. Davy finalmente dijo. Puso su cara en blanco. No se dio cuenta de que estaba sonriendo. Al final de la noche, no estaba seguro de si estaba realmente despierto en cada incidente. Siempre saltaba al cuadrado. El condicionamiento operante. Una respuesta reflexiva. Justo lo que quieren. No fumadores. Me llamo Millie. Les dio las gracias por venir.

El joven fue explicando pacientemente. Una mesa grande se fue hace un momento, voy a tener una mesa para dos en un minuto, lo juro por Dios-. Porfiro tradujo. Cerca de medianoche-.

La misma noche. El mismo tiempo. Que trabaja por la noche. Para un lugar donde vivir, dijo. Eso no suena como Davy. Millie estaba decepcionada. Eso es horrible. Eso es maravilloso, no traduzcas eso.

Porfiro dijo: -La mujer que llora. A veces la llaman Bloody Mary. Empapado de sangre. Dejaron al otro hombre tendido en la acera. Un angelito. Blanca con una franja de color naranja-. Porfiro dijo: -Ellos no comen carne muy a menudo.

Y una vez muerto Hizo un gesto con los dedos, para que Millie probara algunos de ellos. Muy sabroso. Cuando asediaron nuestro pueblo, nos quedamos sin nada, nos quitaron hasta los pollos y fue muy duro.

Tengo bastantes-. Espero que Dios se lo devuelva a usted. Dado que usted tiene dinero, es de esperar que pronto la contacten para realizar el pago. Ella dijo algo que Porfiro tradujo como, -Voy con mi familia de Naha-. Por este camino-. No le gustaba esto. Vio el brillo de una cadena de plata alrededor de su cuello. La manta roja es la sangre. Mira a Davy.

No es inalterable. Irte a otra parte. Ki'i ba' willik-. Sojee se puso a caminar con ella, pero miraba por encima del hombro a menudo. Las calles estaban concurridas, tanto por los coches como por los peatones. Sojee dijo bruscamente: -Me han pedido internarme de nuevo en el St. Supongo que Hinkley me echa de menos. Millie dio unas palmaditas en el brazo Sojee. Incluso en los refugios hay gente tratando de robar tus cosas o echarte.

Puedes estar caliente, pero realmente no quieres dormir-. Sojee estaba sosteniendo su mano en el pecho. Elizabeth esta noche? Johnson tiene que ir a St. Sigua caminando hasta que lo vea venir por abajo, de su lado de la calle.

Al final terminaron en el Willard Inter-Continental Hotel. Harrison-Rice, este es el Dr. Enrique Gautreau. El Dr. Gautreau dijo, -Otro Sam Adams-. Usted debe saber exactamente lo duro que ha sido-. Su mirada fue hacia el Dr. Gautreau estaba asistiendo a un simposio en el Smithsonian esta semana. Las cejas de Millie se arquearon. Soy dolorosamente consciente de todas y cada una de las atrocidades conocidas en Chiapas. Ella vino originalmente de Naha, al norte de la Comunidad Lacandona.

Platos sobre la mesa. Otros comensales. No mucho. Que todas sus otras opciones eran malas. Las chicas sugirieron La Llorona, pero en primero sugirieron U Na'il Kisin, la esposa del dios de la muerte y de los terremotos-. No estoy seguro de si yo soy el mejor juez para eso. El Hahanak'uh crea el trueno cuando Kisin expone sus nalgas a ellos, haciendo que se enojaran-.

Si usted supiera. Para los Lacandones, los dioses son como las personas. Mucho maquillaje, sin embargo. O de la gente. Las interpretaciones que los Ruiz dieron eran muy diferentes. Ten cuidado con lo que ves. Es el buenas noches tradicional, pero muestra lo que piensan acerca de las predicciones.

Especialmente teniendo en cuenta que el Sr. DIEZ "Berrinches, ya sabes. Querida Millie. He sido secuestrado y retenido por electricidad. Libertad para salir de este lugar. Libertad para observar. Libertad para ir con Millie. Es rabia. Luego, hacia el lado opuesto, junto a la cama. El ruido fue terrible. El ruido fue maravilloso. El yeso estaba explotando fuera de los extremos del agujero.

Pero el muro era un verdadero desastre. A ellos no les va a gustar esto. Lo mantuvieron "en la caja" durante horas. No le llevaron el almuerzo. Su primera toma de conciencia de que ya no estaba "en la caja", fue la voz computarizada. Aseguradlo y haced un empalme con esas cosas del suelo. Las vigas-. Vamos a retirar las cadenas en un momento. Coge otra placa de la planta baja. Por si acaso. Conozco ese acento. Era un acento extremo de Nueva Inglaterra, diferente.

Los dos trabajadores levantaron la vista. Va a estar bien si mantienen sus arcos menos de un segundo. Ya voy yo-. Se fue, dejando la puerta abierta. La luz distante del sol apenas llegaba a la sala. No hubo hormigueo. El cuadrado verde siempre es seguro.

Se encendieron las luces de nuevo. El conmutador marcaba m. Siguieron vertiendo agua en la placa, para evitar que el suelo ardiera. Ella dijo, -Ni siquiera pienses en ello. Estaba actualmente "en la caja". Ellos asintieron y se marcharon.

Sin embargo, las cadenas en los tobillos pesaban como nunca en sus piernas. Las cadenas son demasiado cortas-. Deja que tus piernas cuelguen por encima del borde-. Al salir, dijo, -Es tu culpa. Berrinches, ya sabes. Lo hicieron meterse en el cuadrado diez veces antes de la cena, y luego varias veces por la noche, de forma aleatoria. Era demasiado grueso. Era puntiagudo, sin embargo. No era un pensamiento serio, sin embargo. Hay otras cosas que pueden ser desgarradas por un tornillo afilado. Con la bajera en su lugar, era indetectable.

Su objetivo era el alambre de un muelle-una de los muelles del interior para evitar un hundimiento detectable en el borde. Iba arrastrando una cadena que dio la vuelta al borde de la puerta y llevaba un par de zapatillas de fieltro y una bata pesada.

Lo hizo, manteniendo la parte superior del pecho dentro de la cinta de color verde. Dijo una voz desde la radio. Con tallados o estucados moldeados decorando las paredes forradas de madera. El exterior. Recuerda a Cox. Una ondulante frontera de plantas de hoja perenne estaba por debajo de las paredes y una fuente de piedra apagada decoraba la esquina. Ese camino curvo se juntaba con el camino principal de regreso, cerca del porche. Dio un paso al lado de Davy y de la carretilla de mano inclinada hacia adelante.

Muy mal. Hubo una bocanada de aire salado y el olor acre de la marea baja. Y hay mansiones. Estaba encajado. Las enormes paredes de ladrillo, de unos ocho metros de altura, cerraban el patio.

Sus ojos se fueron acostumbrando muy poco a poco a la luz mientras levantaba su mirada al azul y brillante cielo sin nubes. Era una clave, probablemente la clave del candado. Mientras ella se acercaba la radio a la boca mientras miraba atentamente. Estaba en la caja, sin aliento. La voz computarizada, dijo, -Ponle la manilla. Tres hombres sorprendidos, mirando por encima de sus hombres a la puerta abierta. Sus ojos estaban abiertos, con sorpresa.

Ponle la manilla. Que vengan. Miss Minchin, dijo, -Saca tu pie. El otro pie-. Ella hizo un gesto a Davy. Se puso de pie. Estaba visualizando el centro de trauma en el Adams Cowley, listo para saltar. La huella de la mano de Davy estaba roja en la mejilla. Estoy bastante seguro de que estamos limpios y nuestra escolta dice lo mismo.

El taxi se desplazaba en una franja de hoteles y tiendas. Vio un hotel Comfort-Inn con el signo de vacantes iluminado junto a una farmacia de veinticuatro horas. Se detuvo. Era una de sus frases favoritas. Necesito echar un polvo. Sus movimientos y esfuerzos han sido impulsados por la necesidad de realmente hacer algo. Al menos algunas cosas siguen siendo las mismas. El calendario de trabajo para que sea el escenario.

No tengo mis llaves, y no tengo dinero. Y no voy a salir de esa manera. Incluso el oasis local estaba fuera de su alcance y la cuerda de rappel estaba de vuelta en el condominio. No era del todo cierto. Pero no estaba pensando en saltar. Eso es probablemente el billete. Tienes que solucionar esto. E imaginando que lo hace.

Ahora era un parpadeo de recuerdos sensoriales que de repente solidificaban en una cosa real. O bien hubo un error. No puede ser Anders, ya que ha tenido todas las oportunidades en el mundo para secuestrarme.

La leche no estaba en su lugar. No hubo nada de leche en el piso, tampoco. El dinero no era problema. Se fue al piso de Davy. El cerrojo antiguo y oxidado estaba abierto mucho antes de que Davy lo comprara. Fred Cremone.

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